Te aferras al mundo que te has creado. Te aferras con fuerza a una serie de cosas que das por hecho, el suelo sobre el que pisas, que nunca se va a derrumbar. Y en un segundo puede cambiar todo, y ves temblar el suelo bajo tus pies y te caes...
Y es en ese momento cuando la gente se hace fuerte o se hunde con todo el equipo.
Una decisión puede provocar un seismo, aunque sea una decisión de otra persona sobre otra persona. Pero al final las ondas nos acabarán llegando, afectando a tu pequeño mundo ordenado y que tú te habías montado.
Por eso hay que disfrutar de lo que tenemos, porque nunca vamos a saber hasta cuándo va a seguir ahí, inamovible. Hay que estar preparado para cualquier cosa.
3 comentarios:
¿¿Has visto 2012?? Jeje... es broma.
Lo que hay que hacer es no aferrarse a nada que no dependa de uno mismo...
Y aún así no dejamos de estar en un equilibrio inestable. Y es que lo que depende de nosotros también depende de las ganas con las que nos levantemos de luchar por ello.
De todas formas, a veces, aunque se te hunda el suelo bajo los pies, sólo caes al piso de abajo, te das un culetazo y te vuelves a levantar (claro que si te rompes el coxis, te las tienes que ver con las secuelas... que te voy a contar... :P).
Besotes.
Gracias por el consejo. Y la reflexión final muy buena. Digo: esta si me ha comentado seguro que ha actualizado. Y efectivamente :P
(acabo de ver tu respuesta)
Si es que tienes un instinto... De todas formas ten cuidado que la lógica pura a veces no funciona... (vamos: que no vayas a mirar que esta vez no he actualizao, jeje).
Besotes.
Publicar un comentario