martes, 17 de noviembre de 2009

El karma...

No es nada infrecuente encontrarse dispositivos USB en las salas de informática de la universidad. Una servidora ya ha devuelto unos 3 pen-drive a los becarios de Universia.
Siempre tengo mucho cuidado de no dejarme mi pen-drive, pero estos días descubrí con horror que no lo encontraba por ningún lado. Hoy pregunté en Universia sin ninguna esperanza.

- Becario: ¿Cómo es el pen?
- Yo: Negro y con un cordón blanco que pone Trascend.
- Aquí lo tienes.

Madre mía, qué alegría me ha dado el reencuentro, no porque cueste mucho un pen, que están bastante bajitos de precio, sino por todo lo que había dentro. Y madre mía lo que había...

El pen drive era el sitio donde no sé por qué razón había guardado yo un montón de cosas personales que fui escribiendo al abrigo del tedio del mes de Julio: cartas, fotos, música, películas. Pero lo peor de todo sin duda las cartas, muy muy personales. Tras esta experiencia, me cuidaré bastante de guardar estos documentos tan personales en dispositivos como este.

Agradezco muchísimo al alma caritativa que ha devuelto el pen drive, supongo que el karma esta vez se ha portado bien conmigo. Dicen que si haces bien, ese bien de alguna manera te será devuelto. Desde luego cada vez que me encuentre otro pen lo devolveré sin duda, porque es un alegrón el que tienes al recibirlo.

Voy a intentar tener un poco más de regularidad por aquí, dado el chasco definitivo del fotolog, pero no prometo nada.

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